
El partido tenía como favorito al cuadro blanquimorado que sentía el aliento de su hinchada que nuevamente acudió en gran cantidad al coloso del Alejandro Villanueva, aunque un poco desordenado los locales hacían el desgaste teniendo como objetivo abrir rápidamente el marcador, un Montaño demasiado impetuoso y poco preciso origino una falta dentro del área y el árbitro Víctor Hugo Rivera cobra penal a los 20 minutos, la alegría prematura se desataba en las graderías y fue Pedro Aparicio quien se paro nuevamente frente al balón a doce pasos del arco, pero lamentablemente estrello su disparo en el horizontal, con el transcurrir del partido Alianza perdía profundidad y Gustavo costas quiso recuperarla ordenando las variantes de Alexander Sánchez por Gonzales, de Juan Diego Gonzales Vigil por Claudio Velásquez y de José Carlos Fernández por un desconcentrado Wilmer Aguirre, pero fue entonces que aparecieron unos viejos fantasmas, unos que se nos hacían familiares y a los que les gusta merodear por La Victoria y fueron llamados como quien usa un tablero Ouija por Lalo Uribe, quien no pasó eficazmente la pelota de cabeza a George Forsyth y le quedo servida a Johan Sotil para definir de sombrero y marcar el primero del partido a los 84 minutos, pero cuando todos temíamos lo peor, apareció ese salvador número cuatro para conectar un certero cabezazo y decretar el agónico empate a los 89’ y dejar a Alianza Lima aún como punteros del grupo de los impares, ahora vamos a Trujillo, ciudad donde que ya conoce lo que es perder ante los grones, esperemos se pueda conseguir un resultado favorable.
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