Mis ojos  te vieron, pero no te reconocí, ayer parecía que te perdías en La  Victoria y que buscarías otros rumbos, hoy te paseas y sodomizas a los  arqueros y defensas rivales, ¿porque te dicen zorrito? si ayer  demostraste ser más que eso, demostraste estar a la altura de ese actor  español que encarna a ese héroe enmascarado imponiendo su marca cuando  el contrario afronta irrespetuosamente. Wilmer Aguirre, le retribuiste  la confianza al profesor Costas, ayer demostraste lo que es querer  mantenerse  en el más grande, tu actuación soberbia hizo que marcaras el primer gol a los 27’ de iniciado el partido.
En  la segunda etapa la fortuna celosa te quito de la garganta nuevamente  ese grito impidiendo que el balón traspasara la línea de cal que separa  el silencio del grito, pero luego colaboraste con tus compañeros de  manera  teletonezca  para que sean ellos quienes inflen aquellas redes a los 82’ y a los 87’  del segundo tiempo por obra de Luis Trujillo y Oscar Vílchez  respectivamente, ahora mi pecho, aquel contenedor de éste corazón azvl  está lleno de ilusión, empezamos con buen pie la liguilla y debemos  saber que todo está en nuestras manos, no dependemos de nadie para  llegar a aquella final soñada, para eso necesitamos más actuaciones como  las de ayer y sobretodo más compromiso del zorro, del pulpo, del tigre,  del búfalo y de todos los gallos negros que integran este equipo que  tiene los colores del cielo, porque sólo ese es el límite, el cielo.


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